Hace ya casi dos décadas desde que Volvo lanzó el V70 XC, un familiar que se distinguía por equipar unas protecciones exteriores y una mayor altura libre al suelo, junto con sistema de tracción total que le permitía abandonar el asfalto con plenas garantías. Fue uno de los primeros modelos europeos en sumarse a esta tendencia, iniciada en tierras niponas con el Subaru Outback. Tras unos años de estancamiento, los últimos meses están siendo muy prolíficos en cuanto a lanzamientos se refiere: Volkswagen Golf Alltrack, Seat León X-Perience, VW Passat Alltrack… y Volvo V60 Cross Country, el segundo modelo de la marca en portar esta denominación, tras el V40, y que viene acompañado de una versión con carrocería sedán, el S60 Cross Country.
En el plano estético, el V60 Cross Country se diferencia del modelo convencional por equipar protecciones plásticas en el entorno de la carrocería, así como unos embellecedores en la parte baja de los paragolpes. Además, gracias a los 65 milímetros extra, se posiciona como uno de los modelos con mayor altura libre al suelo del segmento, con 201 milímetros, superando incluso a uno de los referentes en este aspecto, el Subaru Outback. Este dato es válido tanto para las versiones con tracción delantera como total, si bien estas últimas añaden un control de descenso de pendientes.
La oferta mecánica comprende tres variantes diésel y una de gasolina. Esta última corresponde al T5, un 2.5 de cinco cilindros y 254 CV de potencia que se combina con un cambio automático de seis velocidades y la tracción total. En los diésel, la gama comienza con el D3, que alberga un 2.0 de cuatro cilindros y 150 CV; puede ser manual, de seis velocidades, o automático de ocho, siempre con tracción al eje delantero. El siguiente escalón es el D4 de tracción delantera, que comparte bloque con el D3 pero aumenta la potencia hasta los 190 CV y conserva las dos posibilidades de transmisión. Por último, el D4 AWD recurre a un motor de cinco cilindros y 2.401 cm3, aunque entrega la misma potencia que la versión de tracción delantera, 190 CV, y solo puede contar con una transmisión automática de seis velocidades.
Por último, todas las versiones del Volvo V60 Cross Country están disponibles con tres niveles de equipamiento: Kinetic, Momentum y Summum. Se diferencian por el equipamiento de serie y por algunos detalles de acabado, aunque comparten la mayoría de las posibilidades de equipamiento opcional.
Así van
Hemos podido conducir tanto la versión de acceso, el D3 con cambio automático, como el más potente, el T5 AWD. El primero ya se muestra suficiente para todo tipo de uso por asfalto, destacando la suavidad del motor y el contenido consumo, en torno a 5,5 l/100 km en conducción tranquila con dos personas a bordo y poco equipaje. Frente al V60, se aprecia una mayor dureza de la suspensión, para contener las inclinaciones de la carrocería provocadas por la mayor altura; en cualquier caso, no se trata en absoluto de un coche incómodo. Sí es mejorable el tacto de la dirección, que no transmite al conductor lo que sucede bajo las ruedas.
Por otra parte, el T5 es la opción más prestacional de la gama, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos. Se trata de un motor agradable y con un empuje muy progresivo. Su principal pega es que el consumo es bastante elevado, sobre todo en comparación con mecánicas modernas de similar potencia; es complicado bajar de los 10 l/100 km de media.
El Volvo V60 Cross Country ya está a la venta, con una horquilla de precios que va desde los 35.950 euros hasta los 52.845 euros.
La versión recomendada por Autofácil.es
Volvo V60 Cross Country D3 Kinetic Auto.
- Precio: 38.370 euros
- Motor: Diésel, 2.0 turbo, 4 cil. en línea; 150 CV a 4.250 rpm; 350 Nm de 1.500 a 2.500 rpm
- Cambio: Automático de 8 velocidades
- Tracción: A las ruedas delanteras
- Prestaciones: 0 a 100 km/h en 9,1 seg.; vel. máx.: 205 km/h
- Consumo: 4,6 l/100 km
- Peso: N.D.
LO MEJOR Y LO PEOR
+ Imagen, motor refinado, altura libre.
– El D3 no puede llevar tracción total.
