Hace casi un año que Skoda puso a la venta la cuarta generación del Octavia, su berlina media. Se trata de un modelo que se vende con dos carrocerías. Una de cinco puertas y cierto aspecto coupé de 4,68 metros de largo y 600 litros de maletero y otra familiar, denominada Combi, que alcanza los 640 litros de maletero con la misma longitud que la berlina.
Como sus antecesores, el Octavia sigue compartiendo plataforma y gama mecánica con otros modelos del Grupo VW como el Audi A3, el Seat León o el VW Golf, y en el caso de esta cuarta generación eso significa que recurre a la moderna y afinada MQB en su variante Evo, que logra un resultado sobresaliente.
La versión RS es la más deportiva de la gama, y esas mismas siglas también han acompañado a todas las generaciones del Octavia. Si el RS del Octavia de primera generación sólo se vendía con un motor 1.8 Turbo de 180 CV y la segunda y la tercera vieron la llegada de las mecánicas diésel (hubo motores de gasolina de 200, 230 y 245 CV, y diésel de 170 y 184 CV), en esta cuarta versión asistimos a la llegada de una nueva versión híbrida enchufable denominada RS iV que combina un motor 1.4 TSI con otro eléctrico que, en total, desarrollan 245 CV.
Además, la versión diésel emplea ahora un 2.0 TDI de 200 CV, mientras que el gasolina utiliza un 2.0 TSI de 245 CV. Así, el PHEV es el único que se beneficia de la etiqueta Cero de la DGT, mientras que los otros dos RS TSI y TDI cuentan con la etiqueta C. Todas se venden con carrocería berlina o Combi, todas tienen tracción delantera y todas emplean un cambio automático de doble embrague. En este enlace tienes todos los precios de la gama Octavia.
Cómo es el interior del Skoda Octavia RS
El interior del Octavia RS se diferencia de sus hermanos de gama por detalles como el volante y los estupendos asientos deportivos, los pedales de aluminio o las costuras en rojo o gris, según se desee. Además incluye un completo equipamiento de serie donde lo más deportivo es el Virtual Cockpit, una instrumentación digital configurable que ofrece las mismas posibilidades que el resto de Octavia pero que, además, añade una más deportiva y exclusiva del RS..
En términos de espacio, no hay variaciones. El Octavia sigue destacando por ofrecer unas plazas traseras relativamente amplias pero, sobre todo, por contar con un maletero muy capaz, con 600 y 640 litros para las versiones berlina y Combi de los motores TSI y TDI que se quedan en 450 y 490 litros, respectivamente, en caso de las iV híbridas enchufables.
Cómo va en marcha
En esta ocasión, hemos probado la versión 2.0 TSI de 245 CV, pues entendemos que es la mecánica más RS de todas. El motor es el archiconocido 2.0 TSI de cuatro cilindros que, en esta ocasión, desarrolla 245 y va asociado a un cambio automático DSG de doble embrague y siete relaciones. Nos gustaría que se ofreciera también con uno manual de seis marchas como en otros mercados pero, según Skoda, el cliente tipo de nuestro país se decanta con mucha claridad por la versión automática, por lo que han declinado la opción del manual salvo que empiecen a notar una clara demanda.
El motor es excelente. Empuja muy bien desde bajo régimen, se muestra muy lleno en la zona media del cuentavueltas y tiene ese punto de rabia que uno espera de un RS cuando rondas las 6.000 rpm. Suena bien, y puede sonar más aún si se opta por conectar el sonido deportivo del modo Sport. En ese momento, y a través del equipo de audio, el sonido se vuelve más notable y un poco más bronco.
El cambio, por su parte, funciona bastante bien: cambia con rapidez y es bastante suave, si bien no termina de enamorar como las primeras DSG de seis marchas del Octavia RS de segunda generación, por ejemplo. Para una conducción completamente deportiva, hubiéramos preferido una caja manual.
En cuanto a comportamiento, el Octavia RS incluye de serie la suspensión adaptativa DCC (al menos, de momento, pues forma parte de una promoción de lanzamiento que estará vigente al menos unas cuantas semanas más) y llantas de 18 pulgadas, que pueden ser de 19 en opción.
Con esta suspensión, que tiene tres modos de dureza predeterminados (comfort, Normal y Sport) pero que, en total ofrece hasta 15 puntos de reglaje, el Octavia es un coche muy polivalente. Hasta el modo Normal, es un coche bastante cómodo, tanto como cualquier otro Octavia. En los más firmes, en cambio, la dureza es similar a la de un buen compacto GTI, y sus reacciones en curva también lo son. Es un modelo muy preciso y que cambia de dirección con facilidad. Eso sí, no esperes ninguna reacción radical ni brusca.
Las reacciones del eje trasero son muy dulces y predecibles y la suspensión, pese a esa firmeza que comentamos, no es nada seca y copia muy bien las imperfecciones del terreno, evitando molestos rebotes cuando el suelo se vuelve irregular. Gracias a eso, es un coche muy fácil de conducir a un ritmo tan rápido como permite su motor, y eso es mucho.
Es tu coche sí…
Con todo, el Octavia recuerda en gran medida al VW Golf GTI, con el que comparte motor, cambio y chasis. Es una berlina de tacto deportivo y prestaciones considerables, pero también es perfectamente utilizable a diario y, con su maletero, también es perfecto para irse con él de vacaciones. Quizá eches en falta unas reacciones más puras y radicales en caso de que busques un compacto GTI puro, pero para eso tendrás que dirigir tus pasos hacia otro tipo de coches, como un Honda Civic Type R o un Hyundai i30 N Fastback, quizá el mayor rival de este Octavia RS.