Prueba del Renault Rafale: un SUV híbrido con espíritu deportivo

El nuevo Renault Rafale, el nuevo SUV coupé de la marca francesa, cuenta con varias características a tener en cuenta. Quizá la más llamativa sea su nombre, basado en el de un avión, el Renault Caudron Rafale que, con motor de la marca gala, estableció en 1934 un récord de velocidad aérea de 445 km/h.

Otra, mucho más importante, es que se fabricará en la planta de la marca gala en Palencia, donde ya se fabrican otros modelos como el Renault Austral y el Renault Espace (del que puedes leer nuestra prueba en este enlace).

Y que se fabrique en el mismo lugar que el Espace tiene mucho sentido: no en vano, el nuevo Renault Rafale toma la plataforma CMF-CD del SUV familiar francés y, además, y como único motor disponible en su lanzamiento, también monta un propulsor ya conocido en el Espace: el motor E-TECH full hybrid de 200 CV, que va asociado a una caja automática multimarcha.

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En cuanto a dimensiones, el Renault Rafale mide un total de 4,71 metros de longitud (sólo uno menos que el actual Renault Espace). 1,86 metros de ancho y 1,61 metros de alto. Con ellas y con esa motorización híbrida, se presenta como un rival directo, según fuentes de la marca gala, para los BMW X2, el Alfa Romeo Tonale, el DS 7 o el Volvo XC60.

Máxime cuando, para el segundo semestre del año, el Rafale también se comercializará con una segunda motorización, en este caso híbrida enchufable, que proporcionará 300 CV y que incluirá tracción total.

Renault Rafale: motores y gama

Pero, por ahora, el Rafale únicamente está disponible con la citada mecánica E-TECH de 200 CV, que para este coche declara un consumo medio de 4,7 L/100 km y unas prestaciones de 180 km de velocidad máxima y 8,9 segundos de aceleración de 0 a 100 km/h.

Cabe recordar que esta mecánica está formada por un motor 1.2 tricilíndrico turbo de gasolina, 130 CV y 205 Nm de par al que asisten dos motores eléctricos, uno de 50 kW (70 CV) y 205 Nm de par y otro, de 25 kW, que se encarga de arrancar el motor de combustión interna y de gestionar los cambios de marcha sin necesidad de embrague. (así funciona el sistema E-TECH). Los motores eléctricos están alimentados por una batería de 400 V y una capacidad de 2 kW.

En cuanto a la gama, el Renault Rafale, en su versión de 200 CV ya a la venta, sólo está disponible en dos acabados (Techno y esprit Alpine), además de en cinco colores: los ya conocidos de la marca rojo deseo, negro brillante y gris pizarra satinado… a los que se suman dos nuevos, blanco satinado nacarado y azul cumbre (el de la unidad de las fotos).

El acabado inicial Techno ya incluye de serie elementos como el sistema operativo basado en Google de Renault OpenR Link, faros delanteros y traseros full LED, climatizador bizona, retrovisores eléctricos abatibles y calefactables y diversas ayudas a la conducción como regulador de velocidad adaptativo, prevención de salida de carril, ayuda al aparcamiento con cámara de visión trasera…

Por su parte, el acabado esprit Alpine añade a lo anterior llantas de 20”, detalles en negro brillante, paragolpes e interior más deportivo, y el sistema de dirección a las cuatro ruedas 4Control advanced, o un maletero con apertura eléctrica.

Mención especial merece el sistema de ruedas directrices 4Control advanced, ya conocido en otros modelos de la marca. Con él, y a velocidades inferiores a 50 km/h, las ruedas traseras pueden girar hasta cinco grados en dirección opuesta a las delanteras. Esto supone mayor agilidad y una mayor capacidad de giro; no en vano el Renault Rafale puede presumir de un radio de giro de 10,4 metros; el de un Clio.

A velocidades superiores a 120 km/h, en cambio, las ruedas posteriores también giran en conjunción con las ruedas delanteras, pero en este caso un grado en la misma dirección, lo que ayuda a obtener una mayor estabilidad.

Renault Rafale: así es por dentro

Además, y como extra (900 euros), en este acabado, el Renault Rafale puede equipar un sistema Head Up Display que proyecta en la luneta delantera el equivalente a una pantalla de 9,3”. Otra opción de lo más interesante, en este caso para ambos acabados) para este acabado es el techo panorámico Solarbay (1.500 euros) que, con unas dimensiones de 1.47 x 1.12 cm y realizado a partir de un polímero, permite seleccionar, mediante un mando en el salpicadero o a través del asistente de voz, cuatro niveles de opacidad.

En el interior, el Renault Rafale toma un salpicadero basado en el del Austral y Espace, que mantiene el mismo diseño y dos pantallas digitales: una de 12,3”, que actúa a modo de cuadro de instrumentos y otra multimedia, de 12” situada en vertical.

En general, y más allá del diseño rompedor de este salpicadero, el interior del Rafale está muy bien realizado, con plásticos blandos y texturizados en la parte superior de la consola y puertas, piezas en negro piano (y las consabidas huellas que dejan los dedos en esa superficie), y plásticos duros en zonas inferiores (y en la guantera, que desmerece ligeramente la impresión) pero con un ajuste notable. Es más, durante nuestra prueba, llevada a cabo por carreteras secundarias de Sevilla y Huelva, no hemos escuchado ni un crujido de estas piezas.

Las butacas delanteras, con unos refuerzos laterales a la altura de hombros y lumbares, se muestran firmes y cómodas. Y, en general, el espacio es más que amplio para dos adultos de cualquier talla.

Por su parte, las plazas traseras ofrecen un espacio muy generoso (entre los mejores de su segmento; si no el mejor) para las piernas de los ocupantes, por altos que estos sean. Y, en cuanto a la altura, pese a la caída de la línea del techo, dos ocupantes de 1,85 m o algo más viajarán sin rozar con su cabeza en el guarnecido. En cuanto a la plaza central, el túnel de transmisión sobresale poco del suelo y, sobre todo, ofrece una superficie ancha donde caben fácilmente tallas adultas de pie; pero la banqueta es más corta que la de las plazas laterales y, además, el espacio disponible en cuanto a anchura no es demasiado.

Y si hablamos del maletero, el Renault Rafale ofrece un buen espacio, además de un vano con formas regulares y funcionalidades útiles, como una toma de 12V, y ganchos y argollas para sujetar la carga. De entrada, esta versión de 200 CV y tracción delantera ofrece hasta 627 L de capacidad (ojo, siempre teniendo en cuenta el espacio disponible bajo el piso el maletero), aunque si no tenemos en cuenta este hueco; el espacio alcanza los 539 L; justo la misma cantidad que ofrecerá la futura versión PHEV de 300 CV y tracción total…ya que, bajo el piso, se ubicará la batería.

Renault Rafale: cómo va

De entrada, la impresión del Rafale es de un coche que resulta rápido, pero que no lo es tanto como pudiera parecer a priori. Nos explicamos: sus 200 CV híbridos no rinden tanto como puedan sonar ‘200 CV’, y aunque el empuje del bloque es continuo (además, a bajas revoluciones, se nota el apoyo de par que proporciona el motor eléctrico), este empuje no llega a emocionar. Todo ello se traslada a unas cifras de aceleración (de 0 a 100 km/h en 8,9 seg) que no destacan. ¿Un ejemplo? Un BMW x2 sDrive 20i, que ofrece 170 CV y pesa 1.645 kg, acelera desde parado hasta 100 km/h en 8,3 segundos.

Sin embargo, en curva, el coche resulta bastante ágil para sus 4,71 m de largo y su peso, que en este acabado supera ligeramente los 1.700 kg. Así, el sistema de ruedas directrices 4Control advanced (una opción muy recomendable si optamos por el Rafale Techno, cuesta 1.500 euros) ayuda al guiado del vehículo y le dota de un gran aplomo.

Además, la amortiguación firme del vehículo hace que, sin resultar incómoda, la suspensión contenga muy bien los movimientos de la carrocería, tanto en cabeceo como en balanceo. Por todo ello, hablamos de un comportamiento dinámico más que notable para un vehículo de sus dimensiones.

En cuanto a la dirección, ofrece un tacto pesadito y una buena precisión pero, sobre todo, resulta bastante directa (con 2,33 vueltas de tope a tope). Otra cualidad destacable del Rafale es su capacidad de frenada: con discos ventilados de 350 mm de diámetro en el eje delantero y discos macizos de 330 mm en el posterior, la potencia de frenada está asegurada. Pero lo mejor es que el pedal de freno ofrece una respuesta progresiva y fácilmente dosificable para el conductor.

Aunque hay que señalar que, en marcha, en el habitáculo del Renault Rafale se cuela algo de ruido aerodinámico proveniente del techo, que se incrementa a partir de 135 ó 140 CV. Ese ruido percibido, sin embargo, es leve respecto al ruido de rodadura que llega al interior del habitáculo cuando se rueda sobre asfalto rugoso o en mal estado (sobre buen asfalto, el coche resulta bastante silencioso). Los culpables de este ruido de rodadura sobre asfalto en mal estado son los ‘troncos’ que gasta este Renault Rafale. Nos referimos a sus neumáticos, que en este acabado esprit Alpine, tienen una medida de nada menos 245/40/ R20.

Aunque si el Renault Rafale destaca por algo… es por su consumo contenido. Si la cifra homologada, 4,7 L/100 km, puede a priori, sorprender; hay que señalar que este SUV logra consumos muy similares en ciudad (de aprox 4,5 L/100 km) y, sobre todo, en autovía, donde a velocidades legales sostenidas, resulta fácil lograr cifras que rondan los 5,0 L/100 km. Es más, incluso en conducción ‘viva’ por carreteras secundarias, el consumo medio del vehículo no alcanzó nunca los 9,0 L/100 km.

Renault Rafale: sus precios

Aunque Renault ya dio a conocer los precios oficiales del nuevo Rafale hace algunas semanas, durante la presentación, los ejecutivos de la marca francesa señalaron que, con los descuentos oficiales incluidos (pero sin los correspondientes si se financia la compra de este SUV coupé), los precios del nuevo Rafale quedan tal que así.

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