Así, Fiat ha ido a lo seguro con este vehículo: una imagen muy actualizada pero carente de un carácter que pudiera crearle detractores, práctico, espacioso y con una tarifa muy económica en relación a sus competidores. Sea como fuere, hasta el pilar C es el mismo coche que el Fiat Tipo de tres volúmenes. A partir de ahí, el Hatchback cuenta con el portón típico de cualquier compacto de 5 puertas y unos pilotos traseros en forma de boomerang, mientras que el Estate se prolonga unos centímetros de más -su longitud será de poco más de 4,5 m- para acabar con una trasera idéntica al anterior.
En ambos casos, la parte superior de la luneta trasera integra un pequeño spoiler que le da un toque de deportividad; por su parte, la versión familiar instalará barras en el techo. Para terminar, sus propulsores deberían ser los mismos que para la variante sedán, con una opción gasolina 1.4 de 95 CV y otras dos alternativas diésel, un 1.3 MultiJet de 95 CV y un 1.6 MultiJet de 120 CV.
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