Después de comenzar a reparar los vehículos con motor diésel 2.0 TDI a principios de este año, Volkswagen ya se ha puesto manos a la obra con los propulsores de gasóleo 1.2 TDI. Según el fabricante alemán, los primeros modelos en pasar por el taller son el Volkswagen Polo y el Seat Ibiza con este motor, pues ya se han realizado varias reparaciones y los propietarios de estos coches ya están recibiendo los avisos por parte de la marca.
Al igual que ocurre con su ´hermano mayor´ de 2.0 litros, el 1.2 TDI únicamente necesita una actualización del software malicioso, que manipulaba las emisiones de NOx, algo que solo necesita aproximadamente media hora de mano de obra.
La marca ha declarado que espera recibir próximamente una autorización de la Oficina Federal de Vehículos a Motor alemana -KBA- para poder comenzar con las reparaciones de los 1.6 TDI, motor que necesita la instalación de una pieza, además de la mencionada actualización del software.
En cualquier caso, Volkswagen ha añadido que quiere dar carpetazo a esta situación y haber puesto en marcha todas las soluciones técnicas necesarias antes de que comience el 2017, sea cual sea la operación a realizar.
